El agua limpia y segura es aquella que está óptima para su uso y consumo, libre de contaminantes y patógenos presentes en el agua, como virus y bacterias perjudiciales para la salud, sobre todo de heces fecales.
Conoce los diferentes métodos para limpiar el agua:
- Sedimentación: Se coloca el agua en un recipiente limpio, se deja reposar de un día para otro, así se quedarán en el fondo del recipiente todas las partículas de arena y residuos que enturbian el agua. Pásala a otro recipiente limpio.
- Filtración: Se recoge el agua con ayuda de un embudo y de una tela, entre otros filtros. Elimina sedimentos, bacterias, impurezas, larvas, tierra. Después de aplicar uno de esos métodos, es necesario también aplicar uno de los siguientes métodos para purificar o desinfectar el agua:
- Hervir el agua: Una vez que se ha colocado el agua en la cocina, dejar 3 minutos luego del punto de ebullición. Apagar y esperar a que se enfríe para consumir.
- Pastillas potabilizadoras: Leer las instrucciones del empaque antes de usar cualquier tipo de pastillas, allí se indicará cuántos litros de agua por cada pastilla. Colocar la pastilla en el recipiente con agua y dejar actuar por 30 minutos antes de consumir.
- Cloración: Desinfección con Cloro, no más del 3%. 1 gota de cloro por cada litro de Agua. Usar recipientes de 5 litros hasta 20. Dejar actuar durante 30 minutos antes de consumir.
- Método Sodis: Utiliza los rayos solares para destruir bacterias y virus que causan enfermedades transmitidas por el agua. Ideal para tratar pequeñas cantidades de agua. Colocar botellas de plástico hasta de 2 litros llenas de agua en el techo durante el día bajo la luz del sol, por lo menos 6 a 8 horas. Depende del clima.
Cuando hayas sedimentado y filtrado el agua para limpiarla, utiliza cualquiera de los métodos de desinfección y así la haces segura para su consumo. Es importante usar recipientes adecuados, limpios para almacenar y proteger el agua. Así se evita que se contamine nuevamente el agua.
Algunas recomendaciones para almacenar el agua de manera segura en envases limpios, que no hayan sido utilizados para almacenar detergentes, plaguicidas, agua de coleto u otros productos contaminantes:
- Al llenar los envases, asegúrate de tener las manos limpias.
- Los envases deben tener tapas y que sean de uso exclusivo para el consumo.
- Los recipientes deben guardarse en lugares alejados de la basura.
- Una vez a la semana, deben lavarse con agua y jabón, limpiando muy bien las paredes internas de los envases