Cuando hablamos de la higiene nos referimos a las condiciones y prácticas que ayudan a mantener la salud y a prevenir la propagación de enfermedades. La higiene de las manos constituye una herramienta fundamental en la prevención, el lavado constante de las manos es importante ya que, si tiene las manos sucias, pasará las bacterias y virus a nuestro organismo y a los objetos que usemos.
Padecer o no una enfermedad está a un simple lavado de manos de distancia. Este es el método más fácil, rápido y económico para evitar enfermedades causadas sobre todo por bacterias, virus y parásitos.
Es necesario hacer de éste, más que un hábito, una necesidad constante para:
- Disminuir la tasa de infecciones respiratorias incluyendo al coronavirus (COVID-19).
- También ayuda a protegerte de un resfriado o catarro común.
- Te ayuda a proteger hasta enfermedades más graves, como la meningitis, la bronquiolitis, la hepatitis A.
- Reducir casi a la mitad la incidencia de la diarrea.
- Minimizar la incidencia de enfermedades cutáneas.
- Disminuir las infecciones en los ojos.
- Reducir infecciones intestinales parasitarias.
Conoce los momentos claves en los que debemos lavar tus manos:
- Antes de preparar un alimento al cocinar.
- Luego de ir al baño.
- Luego de cambiar los pañales del bebé, al agarrar a una mascota.
- Al haber tenido contacto con basura o comida o alimentos crudos.
- Al manipular dinero.
Un lavado de manos puede salvarte a ti y a tu familia de una enfermedad, ¡lávalas frecuentemente!